Bebés Robados: Ligia Ceballos, el primer caso en México - Programa 5


La situación de Ligia es extraordinaria, ya que hasta ahora no se había documentado un caso en México. Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, opina que “habría que investigar si había más familias extranjeras involucradas”. De momento, Ligia y los abogados de Amnistía han presentado una denuncia por desaparición forzada ante la fiscalía mexicana. Amparados en el derecho internacional, esperan que la justicia mexicana exija a la española que investigue su caso.
Sus padres adoptivos, integrantes de una familia pudiente de Mérida, en el sur de México, viajaron a Madrid en julio de 1968. Iban de parte del arzobispo de Yucatán. Previo acuerdo con sus pares mexicanos, la iglesia facilitó los trámites y el asunto se resolvió en apenas unos días. A finales de ese mes, la niña dejó de ser española. De hecho, sus papeles mexicanos indican que nunca lo fue.

Después de la discusión con su marido, Ligia no fue a casa de sus padres en dos semanas. Habló por teléfono con su madre. Le preguntó, “mamá, ¿soy adoptada?” Ella le dijo que sí y no volvieron a hablar del tema en unos cuantos días. Cuando se juntaron, ellos le preguntaron que cómo se sentía. Ella contestó: “A ver, cuéntenme”. Y entonces le contaron que después de su hermano ya no pudieron tener hijos; que viajaron a Madrid; que el arzobispo; que el bebé. “Ellos hacían mucho hincapié en que ‘desde el momento en que te vimos te quisimos mucho’… Fue una reunión emotiva”.

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